La pareja desde la mirada sistémica de las Constelaciones familiares.

LA PAREJA DESDE LA MIRADA SISTÉMICA DE LAS CONSTELACIONES FAMILIARES.

La pareja es un espacio sagrado de encuentro entre dos personas, donde se produce un dar y un recibir continuo, que si es mantenido desde el buen equilibrio, permite la continuidad y la evolución de la relación en el tiempo.

 

Cuando dos personas que arrastran heridas no sanadas, se encuentran y se ven el uno al otro como la salvación a sus anhelos y carencias, se está creando una relación basada en la necesidad y de codependencia, y en la que de manera inconsciente, cargan al otro con su paquete de sufrimiento y dolor no resuelto. Y es como si se dijeran: “Hazte cargo de mi, satisface todos mis anhelos y mis carencias, sostén mi dolor, se mi papá y mi mamá. Cuídame y hazme feliz”. Como si de dos niños se tratara. Y la realidad, es que ya no eres un niño, eres un adulto, ya te toca hacerte responsable de tu dolor y sanarlo.

 

Las personas maduras, no necesitan al otro para ser felices y completarse a sí mismas. Las personas adultas y maduras, se encuentran porque se quieren, se nutren, colaboran y el encuentro con el otro les ayuda a sumar y a evolucionar. Son un equipo donde no existe el yo, y si el nosotros.

 

La falta de autoestima y tu dificultad para realizarte como adulto puede venir de experiencias negativas de tu infancia, pero también de vínculos sistémicos y promesas inconscientes, que has podido realizar a tus padres a edad muy temprana, que lógicamente se olvidan y quedan en el subconsciente, y que actúan de forma automática. También de experiencias traumáticas vividas en silencio y que nos has podido gestionar correctamente y lo cargas contigo de manera inconsciente.

 

Te voy a compartir algunos ejemplos de promesas limitantes, realizadas por el niño interno, en su amor puro y ciego hacia los padres: “Por amor a ti yo sigo tu destino”, “Si tu no eres feliz yo tampoco”, “Te acompaño en tu desgracia”. De este modo, creíste poder ayudar o resolver el dolor de tus padres o seres queridos, repitiendo su desgracia o acarreando un destino que no te pertenece porque ellos no pudieron ser felices o sufrieron vejaciones y abusos.

 

En la observación que Bert Hellinger, el padre de las Constelaciones familiares, descubrió que existen unos órdenes en la relación de pareja, que facilita que los vínculos prosperen y fluyan en el amor, y son los siguientes: Igualdad, equilibrio y respeto a los padres. 

 

 

El orden de la Igualdad.

Este orden hace referencia al hecho de que ambos miembros son iguales y  tienen los mismos derechos y condición.

 

El orden del equilibrio.

Una condición básica e importante en una buena relación es el equilibrio entre el dar y el recibir.

Cuando un miembro de la pareja da algo bueno al otro, esto genera una tensión o desequilibrio que crea en el otro la necesidad de compensar lo recibido. De este modo, cuando quien ha recibido da también algo bueno, siguiendo la necesidad de devolver o corresponder en lo recibido, la cadena del dar y del recibir sigue viva.

Y si uno da un poco más de lo que recibió, entonces se crea una nueva oportunidad del otro para dar. De esta manera se logra un buen intercambio en la relación.

Este orden no solo consiste en el intercambio positivo, sino también en el intercambio negativo. El orden del equilibrio establece que cuando uno de los dos se ha sentido herido por el otro, el ofendido tratará de devolver el daño emocional recibido.

 

El orden del respeto hacia los padres

El tercer orden implica que, para abrirse a la relación de pareja, las mujeres tienen que haber aprendido a respetar a su madre y los hombres a su padre.

Si comparamos este orden con los de igualdad y equilibrio, puede parecer un orden menos importante, pero no respetarlo puede traer consecuencias negativas para la pareja.

Sucede que si las mujeres enjuician a sus madres, tampoco podrán respetar a los hombres; lo mismo sucede con los hombres: si no honran al padre, no podrán respetar a las demás mujeres.

En la relación de pareja buscamos lograr aquello que quizás no hemos logrado en el amor hacia nuestros padres. Pero no se logra si en primer lugar no comienza a fluir el amor hacia los padres.

 

 

Te comparto algunas indicaciones para abrirte al buen amor hacia tu pareja.

  • Reconoce que tiene sus propios intereses.
  • Acepta su propia manera de ser.
  • Escúchala sin interrumpirla.
  • Enfócate más en sus virtudes que en sus defectos.
  • Confía en que hace lo mejor que sabe.
  • Reconoce sus esfuerzos.
  • Demuéstrale tu amor más a menudo con palabras y sobre todo, con hechos.

Te comparto la siguiente frase sanadora, que a modo de mantra te animo recitar a lo largo del día, y durante 21 días, si te das el permiso de probar su poder. Esta oración sanadora, te ayudará a transformar tu mirada interna sobre tu pareja, para aceptarla tal y como es y conectar con el amor sin juicios:

Te amo a ti y me amo, honro a tu familia tal y como es y honro a la mía sin juzgarla. Respeto a nuestras parejas previas, dándoles un lugar en mi corazón, porque permitieron el espacio para que nosotros pudiéramos encontrarnos y estar juntos.  

 

 

Espero y deseo que estas indicaciones te hayan ayudado a tener mayor claridad y más comprensión hacia tu pareja.

Te mando un abrazo de todo corazón y quedo a tu disposición si necesitas profundizar y sanar aquellos aspectos de la pareja a los que necesites darle luz, si así lo decides, contacta conmigo y solicita una sesión informativa gratuita en el siguiente botón👇🏼

 

 

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