¿Qué es Reiki?
REIKI es una palabra de origen japonés está compuesta de dos ideogramas o kanji:
靈 REI- representa la energía universal
氣 -KI representa nuestra energía vital (en sánscrito se denomina Prana, y Chi en la cultura China).
La Tradición Oriental contempla al ser humano como una entidad energética.
Reiki es una terapia natural de origen japonés que se basa en la canalización y transferencia de la energía vital a través de la imposición de manos ofreciendo solución a problemas emocionales y físicos.
¿Para qué sirve el Reiki?
El Reiki trabaja con el principio de que el ser humano es energía y que cuando se bloquea, es cuando se producen las enfermedades.
A través de la imposición de manos y a través de la energía de la Consciencia, se pueden disolver esa especie de nudos que se han creado y que impiden que fluya la energía vital, devolviendo el equilibrio al cuerpo.
Son las emociones negativas, los traumas y los malos hábitos, los que terminan con el tiempo dificultando la circulación de energía vital a través de los puntos energéticos del cuerpo (Chacras) y en estos casos es donde el reiki resuelve y armoniza, con el objetivo de que la energía vital fluya nuevamente, mejorando así muchos problemas de salud.
Beneficios del Reiki.
El Reiki actúa en tu cuerpo, aliviando molestias y dolores y favoreciendo el restablecimiento del orden y el equilibrio a niveles físicos. Pero también lo hace a niveles más profundos e imperceptibles, permitiéndote sentir liberación y ayudándote a ver las cosas desde un estado de armonía y claridad.
Reiki puede ayudarte a aliviar diferentes situaciones que te provocan malestar o dolor, sus principales aplicaciones son las siguientes:
- Reducir el estrés.
- Aliviar dolores crónicos como la artritis, reuma, artrosis, lumbares, dolores menstruales o migrañas.
- Acelerar el proceso de cicatrización en lesiones óseas.
- Reforzar el sistema inmunológico para luchar contra enfermedades virales.
- Equilibrar energética y espiritualmente a las personas tratadas para mejorar su depresión y otras enfermedades mentales.
¿A quién va dirigido el reiki?
Se puede utilizar esta terapia en cualquier persona: niños, ancianos, jóvenes, embarazadas, ya que es una terapia complementaria y no sustitutiva, es decir, que podrías realizar mientras sigues tu tratamiento médico o psicológico. También se puede aplicar en animales y plantas.
Para poder comenzar a aplicar reiki a otros, primero deberás recibir los alineamientos por parte de un maestro reiki a través de una iniciación que permitirá que te pongas en contacto y tomes conciencia de la naturaleza divina de Ki y se abran tus canales de modo que fluya la energía.
Una vez lo hagas, ya serás un canal de reiki y la energía que has recibido podrás irradiarla por la palma de tus manos.
Si vas a ser el receptor de esta terapia, lo más probable es que te pidan colocarte de la manera más cómoda posible. El terapeuta emplea la energía reiki para equilibrar tu fuerza vital y eliminar bloqueos. La sesión puede durar una hora y luego te sentirás muy relajado, conectado y energizado.
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