El dolor que nos afecta muchas veces es causado por una adicción al sufrimiento, como si algo de nosotros, de manera inconsciente, estuviera buscando situaciones dolorosas para luego castigarse. Es así de triste, existen muchas personas, que parecen regodearse en sus heridas y lamentos.
Muchas veces el castigo se oculta detrás del consumo de alcohol, tabaco, comida poco saludables que pretenden intoxicar el cuerpo gradualmente o de relaciones basadas en el maltrato.
En otras ocasiones, el castigo puede esconderse detrás de la obsesión por recordar eventos del pasado, que se recuerdan una y otra vez para martirizarnos.
La adicción al sufrimiento está presente en muchas personas, pero de manera casi inconsciente, pues se camufla muy bien, porque asumir la verdad implicaría un shock para quien padece esta compulsión de maltratarse así mismo.
La clave para encontrar la solución, pasa por hacernos consciente de estas dinámicas, para elegir si se quiere seguir siendo el alimento de nuestro propio dolor o decidimos iniciar un proceso para liberarnos por completo de esta compulsión.
Nadie dijo que fuera fácil soltar una adicción y menos si se es inconsciente de esto. Ya que estas dinámicas suelen normalizarse y hay personas que viven aparentemente felices viviendo su tortura diaria, de no saber amarse por lo que realmente son, de no saber darse la atención adecuada, y de no tener la orientación necesaria para salir de esa trampa que ellas mismas, sin darse cuenta han elegido.
El auto-conocimiento de lo que realmente eres, es la solución más saludable para empezar a soltar todos estos patrones tóxicos y conectar con el amor que eres.
Si realmente y de corazón quieres empezar a descubrir cómo soltar todos estos patrones y conectar con la solución, contáctame, se trata de una invitación para empezar a ser feliz.