¿Como resolver el enfado?

¿Cuál es la raíz de los enfados?

Las raíces del enfado siempre suelen ser la tristeza, las heridas pasadas, el miedo, la necesidad de aprobación, el sentimiento de soledad y vacío emocional. En definitiva, necesidades emocionales no satisfechas. Si el enfado no está o no estuviera dentro de nosotros no podría salir.

El enfado suele tener su origen en la sensación de hallarse amenazado. Una amenaza que puede ser física o psicológica: sentirse menospreciado, frustrado, etc., y produce una descarga corporal que cumple la función de generar energía para luchar o para huir.

 

¿Como resolver el enfado?

En primer lugar debemos de tratar de quitarles nuestra atención a las convicciones internas y diálogos que alimentan la razón que creo tener  para estar enfadado. Cuantas más vueltas le demos a los motivos que nos llevaron al enojo, más “buenas razones” y más justificaciones encontraremos para seguir enfadados. Los pensamientos son la leña que alimenta el fuego de la ira, un fuego que solamente podrá extinguirse contemplando las cosas desde un punto de vista diferente. Uno de los remedios más poderoso para acabar con el enfado consiste en observar de manera neutral los pensamientos y poner en tela de juicio el origen de estos preguntándote: ¿A quien viene estos pensamientos?, ¿Cuál es la fuente, el origen de estos pensamientos?, y quedarte absorto en la observación interna de cómo el aire entra y sale, sin esperar respuesta alguna. Este ejercicio de auto-indagación fue uno de los más grandes regalos que nos ofreció el gran sabio realizado, Ramana Maharshi.

Debes inicialmente no alimentar los pensamientos, trayéndolos una y otra vez a la esfera presencial, es decir, trata de priorizar en poner tu atención en la entrada y salida del aire, esto te ayudará a quitar tu atención a las razones que te cuentas, disminuirá automáticamente esa intensidad. Aprende a detectar los pensamientos, como si de un gato se tratara a las puertas de una ratonera, y en el mismo instante en que nacen pregúntate: ¿A quien vienen estos pensamientos?, la respuestas automática será: A mi. Y vuelve a preguntarte: ¿Cuál es la fuente de este mi?, ante esta pregunta quédate en el trasfondo silencioso, sin responder ni verbal, ni mentalmente (sería el propio mecanismos de la mente quien lo hiciera). Repite esto hasta diluir la atención a todo pensamiento, notarás que al quitar la atención a los pensamientos, que son la base del enfado, podrás sentir que algo se afloja en tu percepción.

Es posible que los pensamientos no se disuelvan a la primera, tendrás que continuar preguntándote: ¿A quien viene este enfado?, a mi, ¿Quién soy yo?, ¿Cuál es la fuente de este yo?, se trata de repetir estas preguntas para des-identificarnos de la programación automática que genera la mente. Recuerda que se trata de dejar de darles atención a los pensamientos. El problema está en la mente y lo único que tenemos que hacer es quitarle nuestra atención. No será fácil en un principio, dado que nuestra tendencia es la darle mucha atención a los pensamientos que creemos que son obra nuestra, sin embargo, tus decisiones se pueden conocer hasta 11 segundos antes de que tú mismo seas consciente de ellas. Así lo muestra un estudio publicado en Scientific Reports por investigadores del Future Minds Lab de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia). Según tu interpretación del resultado, la actividad inconsciente de tu cerebro toma la decisión antes que tú seas consciente de ello. ¿Realmente has elegido tú? ¿Existe el libre albedrío?.

Todo pensamiento puede finalmente diluirse, deshacerse. Sin embargo, cuando un hábito está muy establecido suele ser muy difícil encontrar la manera de enfrentarlo para que se desvanezca. Se trata de una práctica diaria que podrías empezar a realizar hoy mismo.

En vez de reaccionar de manera impulsiva o agresiva, sigue las indicaciones compartirdas y comienza a soltar la identificación hacía tu enfado, realizando las anteriores preguntas y a esto, puedes súmarle, el darte una ducha fría, o realizar ejercicio físico, caminar rápido durante 20-30 minutos. Hacer esto, podría ayudarte a  calmar y serenar tu sobre-atención a los pensamientos.

Si el enfado afecta a tus actividades diarias y no te crees capaz de gestionarlo por ti mismo contáctame, puedo acompañarte en el proceso de serenar la mente y soltar la sobreidentificación con los programas mentales, no estás solo en esto, hay muchos recursos que puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida.

 

 

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