Tu libertad pasa por aceptar lo que es y acompañar la vida con lo que está ocurriendo. El dolor se hace más intenso cuando no acompañas a lo que sucede y te niegas a aceptarlo. Es imposible ir contra la corriente de la vida, ésta nos lleva y a la vez nos arrastra hacía lo que irremediablemente teme el ser humano, el final de la identidad que como personas creemos ser. No puedes soltar el control, ya que nunca lo has tenido, quien creer tener el control sobre algo, solo sueña. Lo inevitable siempre llegará sin que tu puedas hacer nada, por lo tanto acompaña a este movimiento y acepta que tu solo eres un pasajero más de este tren llamado vida. Muchas personas eligen viajar con la carga sobre los hombros, pero ¿no sería más cómodo dejarla a un lado?, igualmente llegará a destino contigo.
La corriente de la vida nos arrastra y a veces el maremoto de ideas de la mente nos arrastra a pensar en lo que fue o podría ser, mientras lo que es, ocurre ante tus ojos.
Es muy interesante observar todo esto, ya que mientras tu estás tratando de conseguir cambiar eso que tu crees que te limita, la vida ocurre y tu energía disminuye. ¿No sería mejor descansar y permitir acompañar al movimiento de lo que irremediablemente es?.
Aceptar la vida tal y como es te libera, te hace sentir paz y lo curioso de esta decisión coherente es que produce cambios, cuando decidimos acompañar a lo que acontece, nos hacemos socios de la más grande de las fuerzas, es la fuerza de la vida, la fuerza de lo que sostiene todo lo que percibimos a través de la mente y que también la sostiene.
El orden del caos aparente que podrías creer que ocurre en la vida, llega de una fuerza que está más allá de toda comprensión humana, se trata de observar y sentir esa fuerza que sostiene todo, tu no estás separado de ella, pues tu eres esa fuerza aunque no te lo creas.
Te invito a hacer un ejercicio interesante, un ejercicio para aceptar la fuerza de lo que es y permitir que la mente se diluya en el sentir profundo de la experiencia, te invito a jugar, a conectar con tu fuerza interna, con tu niño interior y dejar que la sorpresa, transforme aquello que tu mirada no ha permitido aceptar. En este ejercicio te invito a cerrar los ojos e imaginar la vida como una esfera gigante del color que prefieras, imagínala sobre un fondo oscuro, grandioso y omnipotente, magistral, infinita y siéntete pequeñito y a la vez uno con esa fuerza, siente tu cuerpo tu respiración mientras imaginas esa increíble fuerza delante de ti, inmensa. Y recita estas frases que ahora te comparto:
- Yo soy uno contigo, soy la esencia de ti, y que tu has creado con forma humana, me arrodillo ante tu grandeza y me entrego a tu fuerza, siendo yo uno contigo.
- Acepto lo que es, pues aceptar lo que es me otorga aún más fuerza, paz y reconocimiento de lo que soy.
Respira esa fuerza, inhala esa fuerza y exhala creación de la realidad que tu mente percibe, observa que a través de la forma que tu percibes otorgas vida a lo que interpretas. Y deja que la sensación que inunda ahora tu cuerpo, se haga cargo de darte las respuestas, deja de buscarlas y quédate en este sentir por un momento, sin nada que hacer, tan solo tu y el infinito fundidos en lo que siempre has sido y eres. Y repite conmigo internamente con convicción y fuerza, Yo soy el Ser, Yo soy el silencio, Yo soy la fuente, Yo soy el origen de la vida, Yo soy el sentido de las cosas, Yo soy el infinito expresando el amor, Yo soy la vida y más allá de ésta, Yo soy la consciencia pura, la mas elevada expresión de la luz, Yo soy amor.
Carlos Navas.
Si estás dispuesta/o a descubrir quien eres, disolver tus limitaciones y caminar la vida con plenitud, te invito a contactarme. También te invito a revisar más artículos, donde podrás disfrutar de informaciones y ejercicios, que podrán facilitarte descubrir el poder interno que reside en ti.
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