Soy feliz.

Presto la atención a esta sensación interna, cierro los ojos y me dejo llevar por el sentir. Entonces ahí dentro, pregunto: ¿De donde viene todo este sentir?, y observo sin esperar respuesta alguna, tan solo me dejo mecer por el fluir pausado de la sensación de observar, de nuevo pregunto: ¿Quien soy yo?, y dejo que ese silencio, ese vacio, esa oscuridad, se haga cargo de la respuesta que nunca llega en forma de palabras. Y una paz me abraza, me hace reconocer que ese silencio, esa nada en plenitud y que todo lo sostiene, soy yo, y entonces, soy…