La sanación o transformación de un conflicto, no requiere de un patrón mental cognitivo, y te voy a explicar porqué. No somos la mente, no somos esas ideas y pensamientos que podemos observar en ella. Los seres humanos en el proceso de crecimiento y debido a la programación social, industrial y cultural, basada en la distorsión del ego, ha olvidado su verdadera esencia y poder trascendental, la domesticación que sufrimos desde que nacemos hasta nuestros días, ha generado un olvido profundo de los dones que encarnamos, para convertirnos en máquinas pensadoras y productoras de energía, ya sea a través del pensamiento o a través del trabajo. La mayoría de los seres humanos ha olvidado su verdadera identidad, identificándose completamente con lo que piensan y creen que con lo que verdaderamente son en esencia.
Si cierras los ojos ahora mismo en este instante y prestas la atención a la respiración, podrás observar que hay algo interno en ti, un espacio, como una presencia interna, que observa todo lo que ocurre y no es la mente, observa como el aire entra y sale, atiende ahora mismo a lectura de estas palabras, y es un espacio, al que le llamamos Yo, y que identificamos con un nombre. Si atiendes ahora a este espacio, podrás observar como un vacío o presencia interna.
La transformación es un proceso que ocurre y que tiene lugar cuando nos establecemos en la verdadera fuerza o identidad de lo que somos, esto ocurre si soltamos y dejamos de atender a los procesos mentales, y empezamos a des-identificarnos de la mente, sus ideas y creencias, permitiendo que la consciencia que atiende y sostiene el funcionamiento de todo, se haga cargo, es decir, dejamos que esa presencia interna, ese estado de neutralidad genere los cambios convenientes, todo lo que necesitas es despertar a esta fuerza interna que reside en todos y cada uno de los seres humanos.
La principal limitación radica en todos esos ruidos mentales, ideas, pensamientos y creencias que atiendes, limitando tu apertura y conexión con tu poder interno. El ser humano está tan identificado con la razón que prefiere tenerla, a ser feliz. Se trata de despertar para recordar lo que eres, despertar a tu verdadera fuente y para eso es necesario que lo vivas por ti mismo y tengas la experiencia propia que mereces, tu mismo, contigo mismo desde el permiso profundo de ir más allá de todo lo que has aprendido en este plano cuántico de la mente y el ego.
Mi función en este proceso es el de recordarte, animarte y acompañarte en este viaje que hacemos juntos toda la humanidad, de despertar al verdadero poder que reside dentro de todos, y te invito a darte el permiso de abrirte al profundo reconocimiento de lo que eres. Mi motivación y función es compartir esto tan grande contigo, y difundir una verdad que cambiará tu vida y la vida de todos los que están dispuestos a despertar, y por eso lo hago, por que quiero ayudarte a través de las herramientas, habilidades y recursos que he aprendido para engañar de alguna manera al ego, permitiendo de este modo que tu atención se establezca en la plenitud del Ser infinito que eres y para que esta comunión, se pueda expresar en su máxima magnitud desde ti, en ti y en la vida, transformándote y convirtiéndote conscientemente, en el ser divino que encarna esta película.
En mi elección consciente, he podido descubrir muchas herramientas para acceder al poder que somos, y que comparto contigo, para que puedas recordar y sentir la paz que mereces reconocer en ti, pero lo más importante es el amor que sientes por ti, y las ganas de ir más allá del drama, querer despertar. Yo no puedo hacerlo por ti, tienes que aprender a amarte de verdad, invertir en ti, abrirte a tu dios interno, querer despertar, por que eres DIOS. Y así desde tu verdadera identidad todo irá bien. Siempre estará bien, si te abres a esta fuerza interna y dejas de creer en los planes de una programación dirigida por el miedo y condicionada por una mente finita. La mente trata constantemente de hacerse la protagonista de tu vida, llevándote a vivir verdaderas vorágines internas que se expresan en los escenarios que inconscientemente proyectas en la vida, algunos muy frustrantes y limitantes, donde se potencia la creencia de que tu mente y tu cuerpo son lo único que eres, no siendo así, y pudiendo sentir muchísimo dolor, producto de la inconsciencia a la que te arrastra el olvido de no despertar a tu verdadera identidad profunda e infinita.
Estoy aquí para ayudarte, para acompañarte, para hacer que pueda ser más fácil y orientarte en el proceso de ir más allá de tu miedo, de tu conflicto, de tu sobre-identificación con la forma aprendida, para que despiertes a tus mayores potenciales y descubras tus dones innatos. Pero tienes que darte el permiso, la última palabra siempre la tienes tu.
Te mando un abrazo grande y de todo corazón. Gracias por estar ahí y leer estas palabras.
Carlos Navas.
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GRACIAS.